Pinocho es el clásico de Disney con el que nosotros aprendimos de niños, vuelve para apoyarnos en la enseñanza de valores a nuestros hijos, solo como Disney sabe hacer.
Este fin de semana, vi la película de Pinocchio en familia y fue un momento emocionante. En primer lugar, porque me recordó la belleza de las películas animadas que vi en mi niñez, de las cuales aprendí moralejas que hasta hoy recuerdo.
Y en segundo lugar, porque la sensación de poder compartir esas mismas historias con mis hijas, pero de una manera actualizada y atractiva para ellas es incomparable, es poder decirles “yo también aprendí de Pinocchio a tu edad”.
El clásico cuento de Pinocho, basado en el libro homónimo de 1883, se ha convertido en un clásico gracias a Disney, llegando a todo el mundo para entregar un mensaje con el que muchos de nosotros crecimos y que hoy, nos apoya en la enseñanza de nuestros hijos.
Y es que Disney nos sigue sorprendiendo con el remake de sus clásicos, y esta vez es el turno de esta bella historia: Pinocho. Protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Zemeckis en una entrega que promete cautivar a niños y adultos, y por qué no, convertirse en un nuevo clásico.
Mira el Trailer acá:
Volveremos a enamorarnos y aprender de la historia de Gepetto, el carpintero que crea un muñeco con madera de pino y le da por nombre Pinocchio, que se maravilla con la hermosura de su trabajo y desea, en su soledad, que Pinocchio se convierta en un niño de verdad, para sorprenderse al ver que su deseo ha sido cumplido por la hada azul, quien le concede al muñeco la posibilidad se ser un niño de verdad, con la condición de ser valiente, generoso, honrado y altruista.
Para lograrlo, tendrá la ayuda de su conciencia, personificada en su compañero de aventuras “Pepe grillo”, quien vivirá, junto a Pinocchio experiencias y peligros en un mundo que incentiva a ir en contra de los valores que debe seguir.
El resultado de esta obra impresiona por la calidad visual y la actuación de sus protagonistas, tanto así, que no me cabe duda: esta versión de Pinocchio volverá a convertirse en un clásico que nos apoya e incentiva en la educación de aspectos morales de una manera fascinante y entretenida.
Porque, ser la mejor persona que podamos ser, en un mundo con dificultades y oscuridad, sigue siendo una lección tan importante como lo fue 1940, cuando el mundo conoció a Pinocho.